Esta es de aquellas noches en que ando con ganas de andar melancólico, en que la playlist toca puras melodías de recuerdos. Es de esas noches en que deseo irme a la mierda y caer hasta el quinto infierno.
Hoy quiero sentir esa melancolía, que se ha vuelto íntima amiga y que nada tiene que ver con depresión, que aunque la conozco de más tiempo, no me agrada tanto...
Por alguna razón que no sé explicar, me gusta sentirme así. Pienso en tantas cosas al mismo tiempo, que apenas si logro procesar la mitad de aquellos pensamientos. Y de esa mitad, al menos un cuarto son de Emma, el resto de la música y lo demás no lo sé...
Intento tanto convencerme a mi mismo de cómo debería sentirme, que creo que ya estoy un poco loco. Sobretodo porque ni yo me creo los argumentos que me entrego...
Sigo perdido buscando una brújula que me indique el norte a seguir, pero al menos ya no soy preso de la desesperación. Creo que he caído en un estado de conformidad con estos sentimientos, aunque en otros aspectos me gobierna la ambición.
La música ha sido bastante acertada: Sonata Arctica; Soundgarden; Pearl Jam; Mother Love Bone... me invitan a recostarme mirando el techo, sucumbiendo a una melancolía que no sé de dónde proviene, pero que con la música crean un ambiente casi, casi perfecto, en el que hundirse es... casi, casi agradable.
