lunes, 2 de diciembre de 2013

Lunes 02 de diciembre

Antofagasta:

Estoy en el departamento nuevamente, pasando mi última noche aquí ya que mañana entrego las llaves a la corredora de propiedades, dando término definitivo a lo que fueron estos años viviendo juntos...

Demás está decir lo fuerte que fue entrar a lo que consideraba "mi hogar" y encontrarlo vacío, casi por completo. La carga emotiva que significó ver un par de cosas que no pudieron venderse y que aún representan el sacrificio de conseguirlas, cuando llegamos y no teníamos nada. Además de algunos de los tantos presentes con los que buscaba sorprender a diario a Emma, y que ahora yacían abandonados por su dueña, que aparentemente no quiso llevarse el recuerdo de lo que su amor me provoca, es demasiado fuerte.

Me tuvo mal todo el día, pues no sólo representaba el derrumbe a mi mundo, sino que también evidenciaba la soledad a la que me enfrentaré de ahora en adelante. Pues en uno de los momentos más difíciles de mi vida [para no ser tan patético de decir que fue EL PEOR], realmente no tenía a nadie en quien apoyarme. La pena era demasiada y nadie con quien desahogarla.

...Este espacio significó todo lo que había querido, que tuve y que luego perdí. Este lugar me hizo muy feliz y cada vez estoy más convencido que irme a Calama fue un error. Si bien allá estoy bien, no me siento feliz. Y creo que los logros que allá he conseguido, no superan la perdida que me ocasionó dejar esta tierra.

Lo peor es que ya nada se puede hacer. Lo hecho, hecho está y lamentablemente no hay vuelta atrás, ni siquiera si me devolviese ahora. Ya todo ha cambiado, con esto se acaban los temas pendientes con Emma y estoy casi seguro que ya dejaremos de hablarnos. 

No sé qué pasará con mi futuro, pero ya estoy cansado de pensar en ello. Soy consciente que no estaré así para siempre, pero estoy cansado de esperar que mis heridas cicatricen.

Ahora pasaré mi última noche aquí y tú no estarás para acompañarme, acurrucarme y sacarme de esta pesadilla. Esta última noche estaré solo (igual que las últimas veces que vine a verte, hace meses atrás). Es triste... la pena me carcome y ni siquiera en alcohol me puedo ahogar, porque en unas horas, luego de entregar las llaves, debo manejar de vuelta a hacerme cargo de la decisión que tomé...