jueves, 19 de mayo de 2011

Retornando a ese lúgubre espacio

Realmente nunca he sabido describir aquel ardor que tras mis costillas aflora durante los días nubosos. Ese intenso fuego que congela mis entrañas sumiéndolas en un lúgubre estadio que con toda certeza puedo asegurar que es mi pequeño trozo de infierno.

Es algo que, tal como respirar, simplemente está, simplemente es... El problema es que pasó mucho tiempo desde que no lo sentía y hasta había olvidado cómo era.

Esta fría llama que me carcome por dentro es la capaz de hacerme sentir un parásito y la culpable de que en mi cabeza retorne una y otra vez la frase "me estoy volviendo viejo. Me estoy cansando de luchar..."

Una frase que para quien me oyese decirla, la encontraría ridícula pero que tristemente es cierta. Una verdad que me deprime reconocer y que me hace sentir débil, vulnerable... patético (otra vez).

Entonces es cuando todo cae en un circulo vicioso. Y en las interminables noches donde ese abismo en la cama separa mi cuerpo del suyo, comprendo qué es lo que tiene este agujero: que no importa cuanto tiempo emplee tratando de salir porque puedo volver a caer hasta el fondo en cualquier momento...

viernes, 13 de mayo de 2011

eso

Tuve unos sueños de mierda, desperté con esa sensación de que sería mejor no despertar nunca más y las peleas posteriores, sumado al lúgubre y frío clima que hacía -sin mencionar que era Viernes 13- fueron razones suficientes para caer a ese abismo acompañado de una Playlist de Summoning y una cerveza como almuerzo.